jueves, 17 de diciembre de 2009

Cuando los periodistas se convierten en verdugos

No me imaginé que hablaría de ese deporte que apenas entiendo y que me parece un tostón llamado golf en el blog. Tampoco es que vaya a decir nada de golfistas famosos ni a metrme con él, aunque tenga serios motivos para hacerlo. Voy a hablar sobre el linchamiento que está sufriendo Tiger Woods por parte de la prensa.

Para los que no lo sepan, Tiger Woods, el mejor golfista de la historia y el deportista mejor pagado de siempre (sus ingresos duplicaban los de Kobe Bryant, el segundo mejor pagado), tuvo un extraño accidente de coche el 27 de noviembre cuando salía de su casa. El accidente fue porque estaba discutiendo con su mujer sobre sus infidelidades. Desde entonces, han empezado a surgir supuestas amantes de debajo de las piedras; y los medios de comunicación hablan de sus presuntas adicciones al sexo, a los calmantes y a los somníferos. Este linchamiento ha hecho que anuncie su retirada temporal del golf para salvar su matrimonio.

Woods era ese hombre perfecto, ese prodigio del golf incapaz de jugar mal, con una familia ideal, patrocinado por las empresas más importantes del que se considera país más importante del mundo. Y además, negro. El sueño americano trasladado al mundo del golf. ¿Qué queda ahora? La retirada prematura del símbolo del golf, auspiciada en parte por los medios de comunicación, que se han cebado con él todo lo que no lo hicieron en casos como el de O.J. Simpson o el de Kobe Bryant.

Cuando empiezas a estudiar periodismo, una de las primeras cosas que te enseñan es que, cuanto más polémico es un tema, más lectores, oyentes o espectadores tendrá (aunque no hace falta una carrera para saberlo). Si a esto le añades a un personaje famoso que viene con un escándalo sexual, te ha tocado la lotería.
Los medios de comunicación de medio mundo están explotando este tema todo lo que pueden, y seguirán haciéndolo mientras les sea rentable. Más allá del dinero que ganen, deberían reflexionar sobre el daño que puedan hacerle a Woods, como el que le pueden hacer a cualquier persona, por el simple hecho de vivir como quiere. Yo creo que cada uno es libre de hacer con su vida lo que quiera, y que el ser un personaje público no debería significar estar expuesto a miradas ajenas; aunque si se crea una imagen a tu alrededor y luego resulta que eres todo lo contrario, pasa lo que pasa. ¿Vosotros que opinais?

1 comentario:

  1. Me encantaría saber cuántos de los que escriben y aprueban estas noticias y demás no han sido infieles alguna vez. Qué hipócritas. Es como cuando alguien reconoce que fumaba porros o algo así y todos lo anuncian escandalizados. Venga ya.

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